Minas urbanas alrededor de Santa Elena de Uairén

En tanto, alrededor de Santa Elena de Uairén (SEU) prospera la minería de personas no indígenas que viven en las barriadas de SEU y que ingresan a pie a los territorios de las comunidades cercanas a SEU, generalmente mediante un acuerdo con el capitán de la comunidad indígena, mediante la convivencia marital con mujeres indígenas de las comunidades en cuestión o aprovechando espacios muy aislados.

Así sucede en Wará Merú, San José de Wará, Santa Teresa y Kanayeutá, Sampay e incluso en Manak Krü. Estos acuerdos no representan grandes ganancias pues de esos yacimientos se extrae poco oro, así que los foráneos pueden pagar con "puntos", comida o medicamentos.

Por lo general, en Manak Krü la comunidad sólo permite el acceso a personas de la comunidad a las zonas mineras, en donde se trabaja por cortes (cilindros de entre cuatro a cinco metros) artesanalmente. Allí, aunque la capitanía está en contra, algunos insisten en trabajar por razones de sobrevivencia. Cada minero, confirmado a través de tres fuentes, logra sacar a diario el equivalente a 20 a 25 reales brasileños, es decir de cuatro a cinco dólares y sólo eventualmente el doble, pero la destrucción es grande.

Santa Elena de Uairén, entre minas, caminoes y calles sin asfaltar

Antes no se veía, pero ahora esta se ve al oeste de Santa Elena de Uairén. Esa quebrada se llama Oro Parú, en los límites entre las comunidades de Manak Krü, Maurak y la urbanización Brisas del Uairén, conocida como La Planta. Hace 10 a 12 años, la comunidad de Maurak, permitió el ingreso de máquinas lavadoras, luego se prohibió el trabajo minero, pero el daño ya estaba hecho.

Debido a este tipo de minas, desde SEU se ven cada vez más derrumbes y pedazos de tierra erosionada en las montañas al noroeste. Desde lejos, se ve el crecimiento de un área degradada, aparentemente por minería en las inmediaciones del río Kukenán, específicamente en comunidad indígena de San Camilo. La proliferación de la minería, artesanal o semi mecanizada con pequeñas bombas, es una tendencia creciente en un perímetro de entre 8 a 10 kilómetros alrededor de Santa Elena de Uairén, especialmente hacia las comunidades de Sampay, Santa Teresa, San Camilo, Wará Merú y Manak Krü.