Malaria y dengue en aumento

Un artículo publicado por el Correo del Caroní basado en los datos de la Organización Mundial de la Salud muestra que en la última década, Venezuela ha experimentado una epidemia de malaria sin precedentes. Esta crisis ha llevado al país a encabezar las estadísticas regionales tanto en casos reportados como en muertes por malaria desde 2016.

El contraste con el pasado es notable. A principios de la década de 1960, Venezuela había logrado un hito significativo al eliminar la malaria en aproximadamente el 76% de su territorio. La transmisión de P. vivax y P. falciparum quedó entonces confinada principalmente a los bosques bajos del sur de los estados Bolívar y Amazonas, áreas consideradas históricamente como las más endémicas para esta enfermedad. Durante años, el estado Bolívar fue el epicentro de la malaria en el país, contribuyendo entre el 60% (1992-1995) y el 88% (2000-2014) del total de casos reportados.

Sin embargo, desde 2014, la situación se ha agravado sustancialmente. La malaria no solo se ha intensificado en estas regiones tradicionalmente endémicas, sino que también se ha expandido de manera importante a nuevas áreas geográficas dentro del país. Esta propagación ha revertido décadas de progreso en el control de la enfermedad.

Amenaza epidemiológica para la región

La reaparición y aumento sostenido de la malaria en Venezuela durante la última década no solo representan una crisis nacional, sino que también se han convertido en una seria amenaza epidemiológica para toda la región. Esta situación se ve agravada por la masiva migración venezolana hacia países vecinos, impulsada por la crisis humanitaria que atraviesa el país.

El impacto de esta expansión de la malaria es particularmente preocupante para los esfuerzos de eliminación de la enfermedad en los principales países fronterizos, especialmente Brasil y Colombia. La "malaria de frontera" ha surgido como una consecuencia directa de esta crisis, poniendo en aprietos los avances logrados por estos países en el control de la enfermedad.

La situación se complica aún más debido a los frecuentes movimientos de población, especialmente de trabajadores mineros, entre los países que conforman el Escudo Guayanés (Guyana, Guayana Francesa, Surinam y partes de Colombia, Venezuela y Brasil). Estos desplazamientos podrían estar amplificando el impacto regional del aumento de la malaria en el sur de Venezuela, particularmente en los estados Bolívar y Amazonas, que históricamente han sido los focos principales de la enfermedad en el país.

Existe un riesgo latente y creciente de que se establezca un corredor regional de malaria, lo que podría revertir décadas de progreso en el control de la enfermedad en toda la región amazónica. Esta posibilidad subraya la urgente necesidad de una respuesta coordinada y transfronteriza para abordar la crisis de la malaria en Venezuela y prevenir su propagación más allá de sus fronteras. La situación actual no solo representa un retroceso en los esfuerzos de salud pública nacional, y una amenaza a los logros alcanzados por los países vecinos en su lucha contra la malaria.

Estrategias de control vectorial en la Amazonía venezolana

Según María Eugenia Grillet, Ph.D en Ecología y profesora investigadora del Instituto de Zoología y Ecología Tropical de la Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela, para eliminar la malaria se implementa un marco integral de estrategias alineadas desde la OMS, enfocadas en interrumpir la transmisión y eliminar a la malaria como problema de salud pública en los países endémicos.

Sin embargo, se sabe que el control del vector bajo un contexto de minería ilegal es difícil, aunque el uso de mosquiteros impregnados con insecticidas como forma de prevención es una opción. El programa de malaria trabaja actualmente en esa línea, así como en dar seguimiento y tratamiento a los casos que se presentan. Pero la situación es compleja ya que realizar el diagnóstico a tiempo y tratar a la población móvil es logísticamente difícil porque estas personas mueven constantemente por toda la selva en actividades ilegales

Dengue, un problema de salud pública que también se agrava

Además de lo que ocurre con la malaria, también los brotes de dengue son alarmantes. De acuerdo con lo indicado por la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, Patricia Valenzuela, ya no se habla de dengue clásico o hemorrágico, se habla de "dengue con signos de alarma o grave" que puede poner en riesgo la vida del paciente. Los registros están desactualizados, pero guiada por las consultas, la especialista indicó que entre los estados más afectados se encuentra Bolívar.

En relación a esta grave situación, Grillet señaló que es urgente atender el aumento del dengue en Bolívar y Amazonas producto de la propagación del mosquito patas blancas, así como la deforestación vinculada a la práctica de la minería pues promueve la propagación de estas enfermedades.