Amazonas: Entre el sicariato, la guerrilla y la propaganda militar

La capital del estado Amazonas, Puerto Ayacucho, y sus alrededores, han dejado de ser zonas de tránsito para convertirse en escenarios de guerra abierta. Los recientes asesinatos selectivos en el municipio Atures confirman que el sicariato se ha institucionalizado como mecanismo de regulación para las economías ilícitas. Casos como el asesinato de Jhonatan Estévez en la vía a Alto Carinagua y el tiroteo con armas de guerra en el sector Agropa —que cobró la vida de un comerciante e hirió a un niño— no son hechos aislados, sino síntomas de una disputa feroz por el control territorial.

La dinámica criminal revela una compleja red de actores. Según fuentes locales, Estévez formaba parte del autodenominado "Tren de Bagre", una banda que, bajo la fachada de distribución de drogas, transportaba minerales estratégicos (coltán y casiterita) desde el municipio Autana. Por otro lado, la violencia en el sector Agropa, donde fue acribillado el comerciante Gerson Gómez, expone la injerencia de grupos armados transfronterizos. El uso de fusiles calibres 5,56 mm y 7,62 x 39 mm en este ataque, atribuido a cobros de "vacuna", evidencia la operación impune de elementos del ELN en la región.

En contraste con esta violencia desbordada, el aparato comunicacional del régimen intenta proyectar una imagen de control a través de la llamada "Operación Neblina 2025". La plataforma informativa ha difundido los supuestos éxitos de la FANB, incluyendo el hallazgo de campamentos y laboratorios en sectores como Pozón de Babilla. Sin embargo, estos videos de operativos y publicaciones oficiales carecen de credibilidad. La ausencia total de detenidos y la falta de transparencia procesal sugieren que se trata de puestas en escena ("falsos positivos") diseñadas por una institución cuyos altos mandos poseen vínculos probados con el narcotráfico.

La desconfianza se extiende a las incautaciones reportadas. En agosto de 2025, se anunció el decomiso de más de 200 kg de marihuana por una URRA en el sector Orera. Posteriormente, en septiembre, el chavismo publicitó la incineración de casi tres toneladas de droga en el Destacamento 639 de la GNB en Platanillal. Ante la falta de independencia judicial en Venezuela, estos eventos son vistos por la población no como lucha antidrogas, sino como posibles purgas internas o eliminación de competencia desleal dentro del negocio.

Finalmente, el CEOFANB reportó la destrucción de una avioneta Cessna 206 en San Pedro del Orinoco, municipio Autana. La población civil de Amazonas permanece así atrapada en un fuego cruzado: por un lado, la violencia real de bandas y guerrilla que se disputan el oro, el coltán y las rutas de droga; por el otro, una estructura militar que utiliza la región como escenario para sus propias operaciones opacas de propaganda.