ORPIA desnuda la hipocresía "ecosocialista" del régimen

El mes de octubre de 2025 quedará marcado como el momento en que la brecha entre la retórica ambientalista del chavismo y su práctica depredadora se hizo insostenible. Mientras el Ministerio del Poder Popular para el Ecosocialismo (MINEC) organizaba en Caracas el "Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra" —un evento de alto perfil propagandístico—, la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA) denunciaba ser víctima de una exclusión deliberada, hostil y discriminatoria por parte de los organizadores estatales.

La organización indígena fue contundente al señalar la farsa detrás del evento oficialista: "Nuestros derechos no están representados en ese evento. Mientras sigan cabalgando sobre este modelo de acumulación energética que es depredador por esencia, no hay futuro para los pueblos amazónicos". Esta exclusión no es un error logístico, sino una táctica política para silenciar a quienes viven las consecuencias directas del Arco Minero, evitando que voces críticas empañen la narrativa gubernamental.

12 de Octubre: Resistencia contra el extractivismo
La tensión escaló durante la conmemoración del Día de la Resistencia Indígena. Lejos de celebrar las efemérides vacías del régimen, ORPIA aprovechó la fecha para emitir una declaración de emergencia bajo la consigna "Sin territorio no hay vida". La exigencia central fue clara y directa: una moratoria inmediata a todos los proyectos extractivistas en la Amazonía venezolana al sur del Orinoco.

Esta demanda busca frenar la maquinaria de destrucción masiva que opera bajo la mirada cómplice de la Fuerza Armada. ORPIA recordó al Estado los compromisos asumidos —y hasta ahora incumplidos— en la Cumbre de Belém do Pará de 2023, exigiendo que se garantice la integridad de las fuentes de vida (agua, oxígeno y bosques) y se detenga la minería ilegal que contamina y mata.

Propuestas ante el vacío estatal
Frente al modelo minero, los pueblos indígenas proponen la bioeconomía como única alternativa viable. Exigieron al ejecutivo y al parlamento regional la instalación de una mesa de diálogo permanente, no para recibir bolsas de comida, sino para impulsar un cambio estructural en el modelo económico de la región. Asimismo, instaron a incluir el documento emanado de la Pre-COP Indígena en las políticas nacionales, rechazando las presiones territoriales que fragmentan su cosmovisión.

El mensaje final de ORPIA fue un llamado a la unidad de los 21 pueblos indígenas de la Amazonía venezolana. Ante una dictadura que utiliza el indigenismo como disfraz mientras entrega la soberanía a mafias del oro, la organización advirtió que "sin participación de las bases, no hay verdadera representación", ratificando que la defensa del territorio es hoy un acto de supervivencia.