La farsa verde de la narcodictadura y su "ecosocialismo" ante el saqueo de la Amazonía

El cinismo de la narcodictadura venezolana alcanzó otro nivel a finales de 2025. En un despliegue de propaganda orwelliana, el régimen de Nicolás Maduro insiste en autodefinirse como "ecologista" en foros internacionales, mientras en el terreno ejecuta y avala el mayor ecocidio en la historia de la nación.

La mentira en la OTCA y la "Misión Semilla"
Durante la V reunión de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), la delegación del régimen presentó una realidad paralela, exhibiendo "logros" inexistentes. Ricardo Molina, vocero del Ministerio para el Ecosocialismo, anunció planes de siembra con retórica vacía, prometiendo "recuperar las cabeceras de los ríos" con el supuesto respaldo de 12 mil trabajadores. Una promesa insultante cuando las imágenes satelitales muestran que son precisamente esos ríos los que están siendo dragados por las mafias amparadas por el Estado.

Ante esta burla sistemática a los principios del tratado, la agrupación Embajadores del Orinoco solicitó formalmente la suspensión de Venezuela de la OTCA, argumentando el incumplimiento flagrante de los acuerdos mediante la promoción activa de la minería ilegal.

Sifontes: Soberanía entregada a Turquía
La verdadera política ambiental de la dictadura quedó al descubierto en el municipio Sifontes. Fuentes internas confirmaron que la Corporación Venezolana de Minería (CVM) y el Ministerio de Ecosocialismo entregaron aproximadamente 3.450 hectáreas de la Reserva Forestal Imataca (unidades VI y VII) a una empresa turca. Bajo la excusa de "mantenimiento vial", se ha cedido territorio protegido a intereses extranjeros, violando el Decreto de Reglamentación y Uso de la reserva y todas las normativas ambientales vigentes.

El show del "Congreso de la Madre Tierra"
El paroxismo de la hipocresía ocurrió a mediados de octubre con el "Congreso Mundial en Defensa de la Madre Tierra" convocado por Maduro. El evento excluyó deliberadamente a las voces legítimas de la resistencia indígena, como la Organización Regional de Pueblos Indígenas de Amazonas (ORPIA), crítica de la devastación.

En su lugar, la narcodictadura sentó en la mesa a "capitanes mineros" del Sector 4-Cuyuní y líderes cooptados por el oficialismo, quienes, a pesar de dedicarse a la extracción ilegal de oro, firmaron un documento cínico proclamando que "La Madre Tierra no se negocia". Una puesta en escena grotesca donde los destructores del ambiente fueron disfrazados de conservacionistas para aplaudir al régimen que les permite delinquir.