Venezolanos implicados en terrorismo en Guyana y la caída del "zar del oro"
La crisis de seguridad fomentada por la narcodictadura no se queda en casa; se exporta. A finales de 2025, la capital de Guyana, Georgetown, se vio sacudida por una trama de terrorismo que tiene protagonistas venezolanos, evidenciando cómo el crimen organizado ha permeado la dinámica fronteriza.
La bomba y la conexión venezolana
El 29 de octubre, la Guyana Police Force señaló públicamente al venezolano Daniel Alexander Ramírez Perdomo como sospechoso clave en la activación de un explosivo en Georgetown. Según la investigación, Ramírez Perdomo, junto a otros connacionales y cómplices locales, habría planificado el atentado apenas tres días después de su ingreso al país.
El caso avanzó rápidamente: para el 5 de noviembre, cuatro venezolanos acusados de terrorismo fueron trasladados al Juzgado Principal. Este incidente marca un precedente peligroso, estigmatizando aún más a la migración venezolana y sugiriendo la presencia de células violentas operando en suelo vecino.
Cae el "Zar del Oro" y el régimen se lava las manos
El escándalo escaló con la detención de Azruddin Mohamed, ex candidato presidencial guyanés y figura polémica vinculada al comercio de oro. Su arresto, motivado por una solicitud de extradición de Estados Unidos, lo vincula tanto al supuesto contrabando del mineral como a posibles nexos con el atentado fallido.
Mohamed había mantenido una postura pública de "diálogo" con Venezuela, lo que encendió las alarmas sobre sus verdaderas lealtades. Ante su caída en desgracia, el embajador del régimen en Guyana, Carlos Amador Pérez Silva, se apresuró a negar cualquier vínculo entre el magnate detenido y el gobierno de Nicolás Maduro. Un intento de control de daños diplomático que busca desmarcar a la dictadura de una trama que combina oro, explosivos y lavado de dinero.