Reordenamiento y expansión de la minería ilegal

Las rutas fluviales siguen siendo utilizadas para el transporte de insumos y para la extracción de oro desde balsas mineras, muchas veces con complicidad institucional y ante la poca presencia de efectivos militares cuidando la frontera. Por ejemplo, el 7 de mayo la FANB reportó la destrucción de una balsa minera en el río Cunucunuma del municipio Alto Orinoco. Sin embargo, desde 2024 pobladores del Alto Orinoco han denunciado la presencia masiva de balsas y dragas que están ocasionando daños ambientales en la zona.

De acuerdo con un reciente reportaje publicado en el marco del proyecto de periodismo investigativo transfronterizo Amazon Underworld, se ha verificado la presencia de grupos guerrilleros colombianos, quienes controlan el negocio del oro en el río Cunucunuma, ubicado en el Parque Nacional Duida Marahuaca, municipio Alto Orinoco. Un minero consultado durante la investigación, detalló que pueden haber hasta 200 balsas mineras en producción permanente en el río Cunucunuma, que se ha convertido en una de las más importantes zonas mineras surgidas en el Amazonas venezolano. Este nuevo polo atrae a mineros y comerciantes que llevan gasolina, víveres y todo tipo de insumos para la minería desde las zonas fronterizas de Colombia y Brasil; desde el Cunucunuma fluye de regreso el oro, y con frecuencia, los cuerpos de mineros que fallecen ahogados bajo el río

Con la expansión de la minería, hay que preguntarse quién se está llevando el oro, porque son pocos los operativos militares que reportan incautación de material aurífero y en muy pequeñas cantidades.

Aunque en 2024 se desalojaron zonas críticas de minería ilegal en Amazonas, los operativos de 2025 demuestran que la actividad persiste. La FANB ha intensificado sus acciones, pero los informes revelan una realidad más compleja: pactos informales, corrupción y una economía criminal que se adapta y se fortalece. La minería ilegal no ha sido erradicada, solo hizo una pausa; se ha reconfigurado, y se ha desplazado a otras zonas del estado, Cárida en el Municipio Atabapo y el Cunucunuma en Alto Orinoco, son prueba de ello. Mina Moyo, Maraya y Cacique, dentro del Parque Nacional Yapacana, son algunos de los sectores que se han reorganizado, y los mineros buscan lugares más apartados dentro de la Amazonía.

De acuerdo con publicaciones del periodista y activista ambiental Fritz Sánchez, en el sector Cárida ha estallado una nueva “bulla minera” con la participación de los militares, de quienes dicen que "están ricos y felices". Se estima que 2000 personas han llegado a la comunidad y continúa la oleada de mineros.

El incremento de la actividad aurífera ilegal en Cárida, ha sido posible "tras el pago y 'cuadre' entre los cabecillas del extractivismo local, Trino y el Jackson, y los cuerpos de seguridad y militares, desde la policía local hasta la Armada."

El extractivismo en las sabanas de Cárida es constante, salvo cuando los militares quieren reajustar sus "tarifas" y "coimas". Cuando esto pasa, lo llaman Operativo Neblina 2025, hacen un show mediático y luego todo continúa igual. Los militares tienen un año cerrando las minas, pero todo sigue su curso.

Las actividades mineras se intensifican cada vez que la FANB da la “luz verde”, esa es la señal en Amazonas que indica a los mineros que hay vía libre, con lo cual llegan más mineros a la zona gracias a la permisividad castrense.

Este "semáforo" de la minería en Amazonas se ha convertido en el mecanismo para mantener la actividad extractiva ilegal en pleno funcionamiento, dando al mismo tiempo la falsa idea de que se está controlando la minería en el estado. El semáforo lo establece la FANB y funciona así:

  • Luz roja: los mineros se repliegan y paran; no circulan por los ríos. Es cuando ocurren operativos, decomisos y detenciones.
  • Luz verde: se retoman actividades sin riesgo de detenciones; la minería vuelve a su punto de ebullición.

En el siguiente enlace mostramos un ejemplo de celebración por "luz verde" publicada por el periodist Friz Sánchez en su cuenta de X.

Existen tres factores clave para que la dinámica continúe, y se vaya acrecentando:

  • El alza del precio del oro (el gramo cuesta $100).
  • Las redes ilegales y la expansión de los negocios ilícitos.
  • La falta de políticas y alternativas económicas para las comunidades indígenas, la falta de presencia institucional y la corrupción militar.

Comunidades indígenas denuncian que los operativos no han frenado el ingreso de grupos armados, ni la destrucción ambiental.

SOSOrinoco ha calculado, mediante comparación de imágenes de satélite, un aumento de 99,82 hectáreas de bosque deforestado por la minería intensiva de oro entre agosto de 2024 y julio de 2025 en el sector Cárida del estado Amazonas. Esto evidencia el enorme y rápido crecimiento del área afectada por la minería ilegal en la zona, que se expandió 100 hectáreas en un año.

Asimismo, en la zona de las cabeceras del río Orinoco, SOSOrinoco ha demostrado mediante imágenes de satélite, la existencia de una nueva pista de aterrizaje construida entre octubre y noviembre 2024 y en donde existen 20 minas con 59 hectáreas deforestadas. Esta pista está a 8 kilómetros al sur del puesto militar fronterizo Delgado Chalbaud y se suma a otras pistas que sirven a los garimpeiros: en Hashimú (a 35 km del puesto de la GNB en el Cerro Delgado Chalbaud), Yaritha (a 31 km del puesto de la GNB) y la pista que construyeron los garimpeiros justo al lado del puesto de la GNB en el Cerro Delgado Chalbaud, donde nace el río Orinoco. Toda la actividad minera en los alrededores del Cerro Delgado Chalbaud es muy reciente, ya que en el año 2018 no había minería en la zona.

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